Samaipata, la piedra sagrada donde danzan las estrellas

en Los Tiempos el 08-08-23 04:34

Hoy, el prodigio funciona sólo cuando la naturaleza así lo dispone. Hace más de cinco siglos era parte de un extraordinario ceremonial que, sin duda, deslumbraba en la cercanía y sobrecogía en la distancia. Sacerdotes, músicos y artesanos desarrollaban sus funciones mientras empezaban a fluir particulares líquidos sobre las hendiduras. Entonces las estrellas eran reflejadas por una gran serpiente, por un sol, por un cóndor, por tantas figuras talladas en esta roca. Una roca arenisca que corona las primeras montañas de la cordillera, una roca que probablemente fue el centro de una capital multicultural. 

“Se dice que en esas acanaladuras, en esos tallados, se vertían líquidos —explica arqueóloga del Centro de Investigaciones de Samaipata Eleana Maldonado—. Si usted, por la noche, va hoy cuando llueve se ve reflejadas las constelaciones como en espejos. Junto a ese fenómeno, provocado entonces, sacerdotes interpretaban cánticos y mantras que en cierto punto vibran con los líquidos en sonidos expansivos por su ubicación. Probablemente los sabios en astrología se acomodaban en puntos específicos, se sentaban y empezaban a entonar instrumentos de viento, percusión y canticos. Quizás hacían una conexión con lo que era lo sagrado para ellos con los líquidos que fluían, volvían, se evacuaban y daban energía y movimiento sobre la roca”.

Probablemente, bastaría esa particularidad para darle la creciente fama que el llamado “Fuerte de Samaipata” tiene. Pero además esta notable piedra enclavada en una montaña ostenta marcas superlativas. Es vastamente conocida, por ejemplo, como el mayor petroglifo del mundo, es decir, la roca tallada más grande del planeta. Se puede admirarla, muy parcialmente, desde unas pasarelas específicamente construidas para esa función. Pero, por sus dimensiones, sólo puede ser observada de manera cabal ya sea desde en una maqueta o en base a un sobrevuelo. Hay quienes proceden al uso de drones y también se ha apelado a helicópteros, para lo segundo. 

Fruto de ello, el museo arqueológico de Samaipata cuenta con una maqueta de la gran roca que permite admirar sus ya célebres características. “Las ruinas de la gigantesca estela configuran la parte superior de un inmenso sarcófago que aparece con la cabeza ligeramente ladeada —describe el poeta y escritor Gary Daher—. Mientras en el lugar donde estaría el ombligo se cala un sol de 18 rayos que guarda una rueda de nueve muescas al centro, unido por lo que se asemeja a un cordón que pende de una pieza en forma de traba, que aparece más arriba. Lo más sorprendente es la parte que cubriría los pies, pues se muestra como un promontorio levantado, tal cual estilan los sarcófagos egipcios”. 

Única en el mundo

Daher, quien le ha dedicado el libro La senda del Samai al lugar, inicia así una puntillosa descripción del petroglifo. Un petroglifo que no sólo se consagró a nivel mundial por sus dimensiones (250 por 60 metros), sino por sus características de tallado. “La hacen única a nivel mundial —explica Maldonado, quien ha cursado a nivel universitario las carreras de arqueología y antropología—. Es un tallado uniforme, en un solo bloque, donde se mezcl...