Benedicto XVI, de la renuncia a la inédita convivencia entre dos papas

en Los Tiempos el 31-12-22 09:35

Cuando el papa Benedicto XVI, que hoy falleció a los 95 años, anunció su histórica renuncia en febrero de 2013 marcando un precedente sin igual en la Historia reciente de la Iglesia, surgió la inquietud de saber cómo sería la vida de la Iglesia con dos papas.

El papa Francisco lo explicó a su modo: "Es como tener al abuelo en casa", aunque la realidad no fue tan idílica.

Lo que era una inédita situación en la Iglesia con multitud de interrogantes se convirtió en una convivencia discreta y amistosa, pero con el tiempo surgieron los problemas de la presencia de dos "voces" que representaban a las dos Iglesias, la conservadora de Ratzinger y la reformista de Bergoglio.

Y es que a Celestino V, quien también renunció en 1294, le confinaron en el castillo de Fumone (en las afueras de Roma) ante el temor que alguien pudiera contactar con él o reconocerle como pontífice.

Ratzinger permaneció hasta el final de sus días apartado en el monasterio Mater Ecclesiae, dentro de los muros leoninos, si bien no siempre mantuvo el silencio que prometió tras su histórica renuncia en febrero de 2013.

Además la falta de una normativa sobre la figura del papa emérito ha complicado esta convivencia y lo hará también ahora con la muerte de Ratzinger, ya que no se conoce cómo, por ejemplo, será su funeral, quien lo oficiará o si se invitarán a los Jefes de Estado o será algo privado.

LA OBEDIENCIA Y EL SILENCIO DE RATZINGER

Al cumplirse un año de la renuncia...