Internos y residentes soportan hasta 48 horas de trabajo sin descanso

en Los Tiempos el 24-11-24 09:07

¿Qué valor tiene salvar vidas si perdemos la nuestra?, es la interrogante que dejó  la muerte  Sebastián  Peixoto Junior, de 46 años, un estudiante de Medicina de nacionalidad brasileña.

Su deceso expuso el maltrato que soportan en silencio los internos y residentes, quienes trabajan 120 horas continuas sin descanso ni alimentación en los hospitales y centros de salud, en búsqueda de convertirse en médicos y especialistas. 

El maltrato a Sebastián fue constante por parte de algunos de sus tutores y lo empujó a quitarse la vida, según el testimonio de su esposa, Sunner Hidalgo. 

“Desde el primer día mi esposo padeció mucha violencia psicológica, verbal y humillaciones. No tenía un lugar para descansar ni comidas dignas, conforme avanzó el internado el grado de los maltratos aumentó, como era el único que reclamaba lo trataban peor”, contó.

El estudiante cursaba el último año de la carrera y hacía su internado en el hospital Manuel Ascencio Villarroel de Punata. 

“Los someten a horarios extenuantes, es increíble como les piden que trabajen hasta 48 horas sin descanso y todavía les piden que memoricen lecciones con puntos y comas,  si no lo hacen, les imponen castigos de ocho a 12 horas m...